El pasado 21 de diciembre se celebró a Barcelona un consejo de ministros, del gobierno español. Para demostrar la voluntad descentralizadora, el gobierno de Pedro Sánchez se reunió en la Llotja de Mar, en Barcelona.
En todo Cataluña se organizaron movilizaciones de protesta y cortes de carreteras. En Barcelona, además de los cortes a algunas vías urbanas, como el Cinturón del Litoral, los CDR organizaron tres columnas que se aproximaron en la Llotja de Mar, todo el que se los fue posible. Durante el día, hubieron algunas cargas de los Mossos, con el resultado de algunos heridos entre policías y manifestantes.
Òmnium Cultural celebró un acto justo junto a la Llotja que quería ser un «consejo de ministros alternativo» y que hizo de «muro de contención» de los manifestantes más radicales.
Por la tarde, a las 18 horas, la plataforma «tumbamos el régimen», integrada por ANC, Òmnium, Arran, CUP, Avant, Lluita Internacionalista, CDR, Universitats per la República, había convocado una manifestación por el Paseo de Gracia, de Barcelona. Reunió más de 40.000 personas.
Para proteger los alrededores de la sede del consejo de ministros, se hizo un enorme despliegue policial. Los alrededores de la Llotja de Mar quedaron completamente inaccesibles para la ciudadanía, custodiados por más de 9.000 policías de los tres cuerpos policiales implicados, Mossos, Policía Nacional y Guardia Civil. Por intereses políticos, todo el mundo quiere hacer protagonistas estos cuerpos policiales. Existe el riesgo que la ultraderecha acabe para ser quién se apropie de la defensa de estos funcionarios.
A las columnas de los CDR se vieron encapuchadas y encapuchados llevando un buff como prenda de ropa distintiva. Se busca esconder la identidad para evitar las identificaciones de los Mossos. Hay que entender también la estética de la capucha, el buff y las gafas de sol como una forma de identificarse y mostrar que se forma parte del grupo. La mayoría de usuarias y usuarios eran muy jóvenes, algunos menores de edad. A una banda y otra de las vallas, manifestantes y policías, demasiada gente se esconde detrás un buff, la pieza de moda y símbolo de la Ley Mordaza. La cuestión es que sirve para ilustrar el falso relato de violencia independentista de la prensa conocida como La Caverna y da argumentos a la porra y la escopeta a algunos de los antidisturbios.
Durante las movilizaciones del 21D, la prensa fue increpada. Los concentrados gritaron «prensa española manipuladora». La distorsión sensacionalista en las crónicas y opiniones realizadas en algunos programas ponen en riesgo la integridad de los periodistas que pisan el terreno.
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