En defensa de lo que se votó el 21D

Roger Torrent (ERC), nuevo Presidente del Parlamento de Cataluña, pospuso el pleno de investidura que debía celebrarse, el 30 de enero de 2018, como consecuencia de las medidas cautelares que dictaminó el Tribunal Constitucional, para impedir la investidura del actual presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Esta decisión ha incomodado al mismo Puigdemont, a JuntsXCAT y a la CUP que querían continuar con el pleno.
Por otro lado, los representantes del movimiento republicano en la calle, los CDR, así como el ANC y Òmnium, decidieron mantener las convocatorias ante el Parque de la Ciutadella y que estaban previstas durante el pleno, para reclamar el derecho a que se respeten los resultados de las elecciones autonómicas convocadas desde la imposición del artículo 155.
Miles de personas, hicieron una marcha desde la plaza Sant Jaume hasta el Paseo Lluís Companys. Centenares de miembros de los CDR se concentraron a la puerta de la Ciutadella de la calle Marqués de l’Argentera, la que da acceso al Parlamento y al zoológico. También una veintena de simpatizantes unionistas españoles se manifestaron en el mismo lugar.
A media tarde, algunos de los convocados intentan entrar a la Ciutadella forzando una de las puertas principales, cosa que consiguen. Un millar de personas llegan al exterior del Parlamento y hacen patente su enojo con el aplazamiento del pleno de investidura y lanzan proclamas como «o investís el presidente u ocupamos el Parlamento» y «el Gobierno obedece, el pueblo gana«.
Los Mossos cerraron de nuevo el acceso en la Ciutadella e impidieron la entrada a centenares y centenares de congregados que todavía no habían accedido al interior del parque.
Finalmente, la ANC pidió que la gente marchara a su casa. Algunas personas consiguieron saltar las vallas y se sumaron a los que todavía quedaban congregados en el Parlamento. Se organizó un intento de acampada que no fructificó, además de producirse alguna carga policial y algunos heridos. No tengo fotos de este último acontecimiento porque marché un rato antes.
Quizás todavía no era el momento para ocupar el Parlamento y queda margen para que los partidos republicanos reconduzcan sus relaciones y estrategia y avancemos todos juntos hacia una república efectiva, tal como fue proclamada el 21 de octubre.
Lo que ha quedado claro, una vez más, es que la fuerza de esta revolución está en la calle, es de la gente y la hace la gente, que parece imparable. Con partidos o sin ellos, continuará.

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