En apoyo a Valtònyc, la plaza de Sant Jaume de Barcelona se llenó el pasado miércoles, 23/05/2018. Allí se esparció el rumor, después confirmado, que el rapero había emprendido el camino del exilio y que no tiene intención de entrar a prisión para cumplir condena por enaltecimiento del terrorismo. Convocó la plataforma No Callaremos, integrada por diferentes artistas, colectivos y entidades como Sindicat de Músics Activistes de Catalunya, Ateneu Popular 9 Barris, Irídia, Òmnium Cultural, Grup de Periodistes Ramon Barnils, Contrabanda FM, Xarango, Mishima, Gerart Quintana entre otros. A partir de la Ley Mordaza y la reforma del Código Penal, han sido numerosas las acciones penales y sentencias condenatorias que han limitado la libertad de expresión por parte de los poderes del estado español. Cantantes, titiriteros, obras de arte, libros, humoristas, periodistas y gente de la calle que sólo quiere reunirse para hablar de lo que les incumbe, se han visto afectados por esta reforma y por la acción policial, judicial y política que se deriva. En cambio, el poder político y judicial español encarcela políticos con dudosos argumentos que no se pueden homologar al resto de Europa, suspende el autogobierno, trata de terroristas a simples ciudadanos que ejercen el derecho de huelga o de manifestación y señala como racistas y supremacistas a algunos, sin hacer la más mínima autocrítica respete cómo trata a los inmigrantes con la Ley de Extranjería. Ahora mismo, el mallorquín Valtònyc está en Bélgica, exiliado como otros que huyen de este estado de cosas en España. Situación que lamentablemente recuerda unos tiempos que pensábamos que nunca volverían.
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