Las fallas, La Pobla y el empoderamiento de las mujeres

Cada 17 de junio, se celebran las fallas en honor a la Virgen de Ribera patrona de La Pobla de Segur (Pallars Jussà – República Catalana). Esta fiesta, como el resto de fallas pirenaicas, es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. El origen pagano de las fallas, el del fuego encendido por el solsticio de verano, no es otro que el de la adoración al Sol. Las fallas de La Pobla surgen a los años 50 del pasado siglo, a partir de una iniciativa del alcalde Josep M. Boixareu Areny (La Pobla de Segur, 1915 – Barcelona, 2004), el cual pidió ayuda para diseñar la fiesta a el Esbart  Dansaire de La Pobla de Segur y a la etnógrafo Joan Lluís (Montardit de Arriba, 1912 – Barcelona 1999) para la composición musical del pasacalle. Boixareu, militante de la FET-JONS y alcalde franquista de la órbita de en Porcioles en la Diputación de Lleida, llevó a cabo esta iniciativa dentro de una idea global de promoción turística, no sólo de La Pobla de Segur sino de los dos Pallars y del Valle de Aran. Esta tenía su epicentro a la Oficina de Turismo de La Pobla, también creada por él mismo. Este alcalde fue un dinamizador económico de la zona, fundamental para entender el desarrollo de estas comarcas pirenaicas en las décadas de los años 50 y 60.

Las fallas han pasado por varias vicisitudes, incendio de la montaña de Santa Magdalena incluido, y en algún momento casi estuvieron a punto de desaparecer. En la actualidad el impulso y organización recae en la Asociació de Fallaires i Pubilles de La Pobla de Segur, que han llevado a la fiesta a pasar por un momento dulce, con más de cien parejas fallaires este año.
Hasta ahora, los hombres bajan las antorchas por la montaña y las mujeres los esperan al camino de la montaña de Santa Magdalena, con coca, vino y un ramo de flores para ofrendar a la Virgen, según los casos. Una vez reunidas las parejas, se desfila por el pueblo hasta la plaza del Mercado, donde se hace una gran hoguera con todas las antorchas. Seguidamente, se hace la ofrenda de las flores a la Virgen de Ribera y, finalmente, se cierra la fiesta con una gran sardana formada por todas las parejas a la plaza del Ayuntamiento.

Una iniciativa de mujeres miembros de la Asociació de Fallaires i Pubilles ha propuesto y conseguido que  se eliminen los roles de género en la fiesta. A partir de la bajada del diecisiete de junio de dos mil dieciocho, tanto hombres como mujeres pueden realizar el papel de fallaire y de pubilla. El gran reto para la asociación será conjugar la memoria histórica con la pluralidad de los roles actuales. Reservar en exclusiva un papel tradicionalmente pasivo para las mujeres está bastante alejado de los tiempos que corren. Hay que decir que en esta edición y en el nuevo formato, todo el mundo parecía sentirse confortable.
Por este y por otros acontecimientos, sin duda, el 2018 pasará a la historia como un año de empoderamiento para las mujeres a catalanas. Viva!

2 Comments:

  • Montserrat Boixareu Gomà septiembre 10, 2019 / Reply

    Hay un error grave y solicito su rectificaciòn , cuando mencionan a don Josè Marìa Boixareu, dicen q. Fuè alcalde franquista y ademàs de la Fet y De las Jons. Debi remarcar q. Fuè alcalde en la època de Franco y el ùnico alcalde q. Aceptò el cargo con la condiciòn de no ser de la Fet y de las Jons, lo cual fuè aceptado por las autoridades gubernamentales

    • admin septiembre 10, 2019 / Reply

      Gràcies per la informació, però no la canviaré pel moment: Està documentat que José María Boixareu Areny fou militant de FET y de las JONS, quan era membre de la comissió gestora de la Diputació de Lleida, com la resta de membres de la mateixa:
      «El poder franquista a Lleida, 1938-1951», Josep Gelonch I Sole, edicions de la Universitat de Lleida, 2012.

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