Borrella

Cortometraje: Borrella

Reparto Josefina Farré i Portet
Idea original y dirección Pere Montiel
Dirección de arte Helena de Lara
Fotografia, sonido, edición y montaje Pere Montiel
Música  Todo es nuevo, Monna Bell/ Los ejes de mi carreta, Atahualpa Yupanqui/
Locuciones Radio España Independiente (La Pirenaica)/ Radio Teletaxi
Lugar y fecha de producción Salàs de Pallars, 2020

Este es un proyecto documental audiovisual y fotográfico basado en la figura de Josefina Farré, una vecina de noventa y seis años, muy conocida y estimada en Salàs de Pallars (Pallars Jussà). No se quiere hacer un repaso histórico, sino que explicado por ella misma, es un relato personal. La visión del que fue su rol dentro de la familia, la comunicación con las vecinas y vecinos, el amor o el trabajo y quién es ella misma como figura icónica en el pueblo. Josefina se ve limitada por la carencia de movilidad. Esto ha dado lugar a que su cotidianidad se desarrolle en tres ámbitos muy definidos: El interior – el de la casa y los recuerdos-, el exterior de la misma casa -lo de la calle y la gente – y el onírico – Argentina, el padre y el amor -.

Ámbito exterior

Salàs de Pallars la ha incorporado a su imaginario y a su perfil urbano. Josefina, una figura que los visitantes se llevan impresa en la retina. Activista de la comunicación en tiempo de las redes sociales, Sentada en una suya silla, a la puerta de casa, espera paciente que pase alguien para estallar la charla. Con un uso del lenguaje que obvia toda norma gramatical, puede relatar con precisión la última cena popular, el menú del restaurante comparado con el menú de hace treinta años, una separación reciente o el estado físico de un antiguo pretendiente.
De vez en cuando, rompe la rutina y va acompañada por algún familiar a la peluquería a hacerse un peinado de estilo «a la garçonne», y la manicura en sus espectaculares manos. También, cuando la llevan, va a misa y se reencuentra con vecinas y vecinos, así como con el cura.

Ámbito interior

Josefina es mujer de calle, de exterior. El trabajo en el campo y el contacto con la gente han hecho que la casa le caiga encima. Con los años y la pérdida de movilidad, ha ido desarrollando estrategias para hacer más soportables las horas en el espacio interior.
Hasta altas horas de la noche, la luz encendida sale por la ventana de la habitación donde hace la aguja de gancho, su legado creativo. Escuchando la radio y repite el mismo punto una y otra vez, mientras ríe de las «sandeces» de aquellos que por la noche llaman a algún programa donde se echan las cartas y se predice el futuro.

Ámbito onírico

Nacida el 1924, en Argentina, es la última «argentina» del pueblo, la última persona que continúa viva, de aquellas que migraron o nacer en el país de La Pampa y las chacras. Volvió en Salàs junto con sus padres y hermanos, que habían emigrado a aquel país. Ha vivido en diferentes casas. Desde 1960 hasta la actualidad, en «Casa Borrell», en la calle de las Eras. Por el hecho de vivir en esta casa se la conoce como «La Borrella». Es hija de una tradición y una cultura de fuerte carácter rural, austera y patriarcal que asignaba roles muy determinados a hombres y mujeres. Trabajó mucho, tanto a casa como en el campo, ocupándose también de las curas. Josefina tuvo dos hermanas y un hermano – La más grande murió con veinticuatro años y la siguiente migró en Barcelona. Ella es la pequeña. Al morir su madre, asumió el papel de «mujer de la casa», rol que le tocó ejercer y que, como otras hijas pallaresas, la obligó a cuidar su hermano y su padre, cuando les llegó la enfermedad o la vejez. Josefina, a pesar de tener pretendientes, se ha mantenido soltera hasta la actualidad. Sorprende la fuerza con la que revive, y vive todavía, la pulsión por aquello que rodea el amor.

Proyecto fotográfico:

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