Lena Moon, modelo

Las sesiones TFCD, Time for CD (de cuando las fotos de una sesión se libraban en un CD) ponen contacte modelos, maquilladores y maquilladoras, estilistas y fotógrafos que intercambian su tiempo y trabajo en un proyecto para ampliar su dosier.
Investigando este mundo de la fotografía de retrato, descubrí una modelo que a su book, en las redes, tenía algunos trabajos de tipo erótico y de moda. Además, era una persona con diversidad funcional que mostraba su cuerpo de forma natural. Su trabajo, ponía en valor que las personas con diversidad tienen sexualidad y que se pueden mostrar atractivas.
Lena Moon, este es su nombre artístico, había descubierto en el modelado un medio para hacer un cambio vital, experimentando aquello que se siente mostrando el cuerpo y jugando con el deseo. Le propuse de hacer un proyecto fotográfico que relatara su existencia como persona singular.
Elena (Lena Moon), barcelonesa, tiene 34 años. Es modelo de fotografía y ha nacido con el que se conoce como espina bífida. A pesar de esta adversidad, ha hecho una vida que ella califica de «normal». De pequeña, recuerda que ella hablaba de las series de dibujos animados que le gustaban, las típicas de su edad, pero el que le interesaba a la gente era saber a cuántas operaciones había sido sometida. A Elena, le sorprendían las conversaciones centradas en la discapacidad, puesto que ella quería hablar del que le era propio por la edad, no de operaciones y cicatrices. Las personas incorporan múltiples identidades y no tiene por qué prevalecer en ellas la que las identifica con la discapacidad. Esto quiere decir que se puede tener más en común con el mismo grupo cultural o de género que con el de las personas con diversidad funcional. Elena afirma que «siempre puedes decir, ay!, mira, tengo más barriga o puedes tener más complejas de cosas de estas, pero no por el hecho de ir en una silla de ruedas ni tener cicatrices». Elena se ha pasado media vida en los hospitales y esto hizo que madurara antes. El dolor físico lo ha marcado mucho, pero también el dolor emocional.
Un amigo con espina bífida le hizo llegar un video de un debate televisivo que versaba sobre si una persona con diversidad funcional se podía mostrar de forma sensual y erótica o si por el contrario esto era una aberración. Este video fue una fuente de inspiración para ella y creó la página a «Erotismo y discapacidad sin límites» en Facebook y también el perfil de Instagram @lena_moon_official. Primero empezó con fotos hechas por ella misma, selfies. Decidió hacer cosas más serias con fotógrafos y encontró un grupo de TFCD en las redes sociales. Allí pidió si había alguien interesado a hacer fotografía erótica con ella como modelo. Paralelamente al rechazo de ciertas compañeras, surgieron propuestas de fotógrafos. En poco tiempo triunfó.
La fotografía ha estado útil para sentirse ocupada y para que otras personas se identifiquen con ella. Le dan las gracias y lo animan a seguir. Ahora, hace cosas diferentes del erotismo y prioriza trabajar buenas propuestas.
La Lena Moon es una «rara avis» en el mundo de la imagen, donde la diversidad funcional resulta invisible por el objetivo de las cámaras, si no es para poner de relieve la actitud heroica de algún deportista o artista que, a pesar del hándicap funcional de su cuerpo, revela una gran virtud o espíritu de lucha. Son escasísimas las imágenes en la TV, el cine o la publicidad si no es para resaltar estas actitudes heroicas, sin pensar en las inquietudes y necesidades de un colectivo que no es considerado por el capitalismo como de interés comercial.

Proyecto fotográfico:

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