El apoyo mutuo es un concepto formulado por el escritor anarcocomunista ruso Piotr Kropotkin, hacia finales del siglo XIX. Ante la selección natural y la supervivencia de los más aptos del darwinismo, Kropotkin defendía que la cooperación y la ayuda mutua son igual de importantes para la evolución de una especie.
Un ejemplo de esta teoría son las redes de apoyo mutuo aparecidas al inicio de la pandemia de la COVID, con el confinamiento iniciado el marzo de 2020. Estas redes eran autogestionadas aunque también había colaboradoras que no recibían ninguna ayuda. Había una gran horizontalidad e igualdad entre las personas miembros y se rehuía de la idea de separar entre voluntarias y usuarias. En algunos casos, se opta por no recibir ayuda ni de las administraciones ni de ninguna entidad religiosa o política.
El confinamiento y el cierre de empresas y negocios, el retraso del cobro de los ERTE, empeoró la crisis económica. Hacia finales del mes de abril, la situación de las unidades de convivencia más vulnerables y de las personas sin hogar era ya de emergencia alimentaria. Esto hizo que las redes se fueran especializando cada vez más en este tipo de apoyo.
Según explicaban a su cuenta de Twitter las Redes de Apoyo Mutuo de BCN, se sabía que el 15% de las unidades familiares atendidas eran monomarentales y que el 80% de las unidades de convivencia que recibían apoyo tenían a una mujer como referente, que era quien tenía la responsabilidad de las curas y de buena parte del trabajo doméstico. De las más de 1.000 personas sin hogar que viven en Barcelona, un tercio están en situación administrativa irregular. Una parte de estas, eran atendidas por las redes.
En Barcelona, al histórico Ateneu de La Flor de Maig, se constituyó la Xarxa d’Aliments del Poblenou (Red de Alimentos del Poblenou). Buena parte de las fotos de este proyecto documental son de sus actividades y reparto de alimentos.
Galeria de fotos: